22

Feb

2016

Docente de la Facultad de Ingeniería obtiene el grado de Doctor

  • Inicio
  • Académico
  • Docente de la Facultad de Ingeniería obtiene el grado de Doctor

El ingeniero Víctor Lizana defendió su tesis doctoral dentro del programa de doctorado denominado "Tecnología, diversificación, calidad y ahorro energético" de la Universidad de Oviedo.

Por Analucía Guzmán Boza. 22 febrero, 2016.

“El etanol carburante en la costa norte del Perú. Impactos energéticos, ambiental y socioeconómico”, es el nombre de la tesis de doctorado que fue sustentada por el ingeniero Víctor Lizana, profesor de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Piura. Después del recuento de votos secretos emitidos por los miembros del Tribunal que han juzgado su tesis doctoral, el Ing. Lizana recibió la mención Cum Laude y fue propuesto como candidato al premio extraordinario de doctorado.

La tesis se enmarca dentro del programa de doctorado denominado “Tecnología, diversificación, calidad y ahorro energético” de la Universidad de Oviedo (Uniovi), España; y estuvo dirigida por los profesores Jorge Xiberta Bernat (Uniovi) y Frank Rosillo Calle (Imperial College – London).

Víctor Lizana

Dr. Víctor Lizana.

¿En qué consistió su investigación?

En la tesis se hace una descripción del sector energético en el Perú y se determinaron las potencialidades, ventajas, limitaciones e inconvenientes que se tuvieron para dar inicio al Programa de Producción de Etanol Carburante, a partir de la caña de azúcar, en el norte del país. Perú es importador de energía y dependiente de recursos fósiles, es por ello la necesidad de apostar por un modelo energético sostenible; en ese sentido los biocombustibles representan una alternativa interesante para el sector del transporte, siendo éste el principal consumidor de recursos de origen fósil.

¿Podría mencionar algunos beneficios o impactos que se generaron a raíz del uso de etanol?

Desde el punto de vista socioeconómico se han generado puestos de trabajo directo, tanto para la siembra y cosecha de la caña de azúcar, como para la fase industrial y operativa; y de forma indirecta, en bienes o servicios. Esto ha repercutido en la mejora del poder adquisitivo de las familias. Además, se incrementó el acceso a servicios básicos en las zonas de influencia directa de los proyectos.

En el aspecto medioambiental, se dispone de un combustible limpio y menos contaminante; si bien, de todo tipo de proyectos agro – energéticos derivan impactos indirectos ‘negativos’, el saldo en el ciclo de vida para la obtención del producto final es muy positivo. Por otro lado, en el aspecto energético el impacto fue limitado.

¿La industria del etanol afectó al uso de la tierra y del agua?

Considero que esta industria no afectó estos aspectos. Para la siembra y cosecha de caña de azúcar se dispone de terrenos eriazos, sin ningún uso agrícola anterior, por lo que no representa una amenaza para el desarrollo de la agricultura. Además, su participación es poco significativa respecto a las tierras disponibles para fines agrícolas o para otros fines, tampoco hubo sustitución o desplazamiento ya que no se han utilizado terrenos destinados a productos alimentarios.

El cultivo de la caña de azúcar no causa riesgo para la utilización del agua en nuevas o existentes actividades agrícolas destinadas a agroindustria, energía o alimentación ya que se dispone del recurso hídrico; sin embargo, la disponibilidad del recurso mejorará con adecuados programas de mantenimiento en la infraestructura existente, la inversión pública y privada en obras de almacenamiento; así como en la implementación de programas de riego.

¿Y la alimentación?

La seguridad alimentaria se ve fortalecida por esta industria ya que sus impactos positivos permiten el acceso, la disponibilidad, la utilización y el suministro de productos a la población. Lo que la pondría en riesgo serían los fenómenos naturales, como El Niño o, también, los elevados costos del petróleo.

victor-lizana

El doctor Víctor Lizana junto a Frank Rosillo Calle, codirector de la tesis doctoral. Foto: Víctor Lizana.

¿Entonces considera que el programa de biocombustibles ha sido exitoso y que viene cubriendo las expectativas iniciales?

El producto obtenido tiene estándares internacionales de calidad que, con las certificaciones correspondientes, garantizan la sostenibilidad en la producción. Como programa en sí, se limitó la masificación del alcohol en la demanda así como el crecimiento progresivo en la producción.

Alguna experiencia exitosa en otros países…

El caso más exitoso es el programa de biocombustibles Proalcohol en Brasil, que se inició en los 70s. Es sólido y muy reconocido a nivel mundial. Al principio tuvo inconvenientes, como todo programa; sin embargo, el rol del gobierno, las políticas adoptadas a mediano y largo plazo, la apuesta por la investigación, tecnología y los programas de investigación y desarrollo (I+D), así como el interés de los productores y las condiciones climatológicas, entre otros aspectos, lo mantienen vigente y en expansión.

Para finalizar, ¿qué nos puede decir del potencial energético de Piura?

La modernización de la refinería de Talara permitirá disminuir la importación de combustibles y, con ello, la dependencia del exterior, así como la mayor disponibilidad del recurso para el abastecimiento nacional. Piura está en una zona con gran disponibilidad de recursos energéticos renovables. Sus características climatológicas, su ubicación estratégica y la disponibilidad de puertos lo podrían convertir en un polo energético e industrial para el Perú y América del Sur.

Sin embargo, el éxito para el desarrollo de este tipo de proyectos energéticos depende, mayoritariamente, de las políticas y planes gubernamentales; así como de sólidos marcos institucional, legal, medioambiental y normativo que garanticen y respalden a la población y a los inversionistas.

Comparte: